La emergencia que viven los Valles Calchaquíes con los incendios en la alta montaña y en la cercanía de las casas en la parte superior de Tafí del Valle ha generado fuerte temor entre los pobladores del campo, los residentes de la villa y los visitantes. Si bien ya el sábado se había atenuado el riesgo en el área cercana a la usina, de donde se provee el agua para Tafí, las llamas seguían devorando vegetación en las cercanías de San José de Chasquivil, a donde es difícil acceder, y en todas las partes arrasadas por el fuego había problemas de los pobladores para alimentar a sus animales, para lo cual el Gobierno dispuso un operativo de ayuda, cuyos efectos por ahora no se pueden mensurar.

Se trata del siniestro por el fuego más fuerte de los últimos años en el área vallista, que hasta este fin de semana había afectado 10.500 hectáreas. Ante las cámaras de LGPlay, los pobladores recordaban una quema de otro tiempo, pero no con la intensidad y gravedad de esta, a tal punto que no saben cómo van a ocuparse de sus animales desde ahora hasta comienzos de noviembre, que es el tiempo de la seca y de alto riesgo de fuego en nuestra provincia. Una señora de más arriba del pinar de los Ciervos que dijo tener más de 300 ovejas expresó su angustia porque no se veía dónde iban a llevar a pastar su rebaño. Probablemente haya una dimensión más concreta hoy, puesto que personal de la Secretaría de Economía y Producción hizo un relevamiento de pequeños productores damnificados y en principio se llevaron unas 250 bolsas de alimentos para ovinos y bovinos. La distribución se hizo en los camiones de la municipalidad tafinista y se anticipó que se enviará más alimento dese hoy, lunes, teniendo en cuenta las condiciones. Lo difícil de este operativo de ayuda está en la alta montaña, donde sigue el fuego y donde se quemaron algunas casas y donde hubo riesgo para los animales, según se pudo ver en videos que hicieron lugareños. Se sabe que el Gobernador recorrió el viernes en helicóptero el área de San José de Chasquivil y Ancajuli, de modo de acelerar la preocupación oficial para ayudar ante la emergencia. También, se sabe, hubo ayuda de la Nación con el envío de recursos para aportar en esta grave situación.

Habría que considerar que estamos precisamente en el comienzo del riesgo de fuego y que se va extender seguramente por casi tres meses. No sólo se advirtió hace un mes desde el área nacional del manejo del fuego que en estos días había alertas para nuestra provincia sino que ya en nuestro medio se viene poniendo énfasis dado que ya desde junio se sabe del aumento de quemas en cañaverales, pastizales y banquinas, intencionales o por error humano. Se han hecho varias advertencias y recomendaciones al respecto. Las quemas se monitorean incluso por satélite, de modo que eso también, más el informe meteorológico, permite hacer previsiones, que son uno de los aspectos del manejo del fuego; otros son las capacitaciones para saber cómo actuar en las distintas emergencias y las reacciones específicas con las ayudas disponibles. Capacitaciones hubo, según se ha destacado; y también hubo envío de recursos a las provincias en general. En cuento a aviones hidrantes, cabe recordar la valiosa ayuda que brindaron las aeronaves de fumigación privadas a la provincia durante los incendios en el cerro San Javier en octubre de 2020. De allí se deberían haber sacado experiencias de manejo de fuego que conviene analizar. También, se sabe, se debería poner en análisis la reacción legal frente a lo que sucede, para actuar en consecuencia., se sabe que hay al menos cinco normas (dos nacionales -el Código Penal y el Plan Nacional de Lucha contra el Fuego- y tres provinciales -la 6.253 de medio ambiente, la 6.292 de Flora y Fauna, y la de adhesión a la del manejo del fuego-) que prohíben la quema y establecen cursos de acción. Convendría acentuar la preocupación, para saber qué se hizo bien y qué mal ante esta emergencia, para prever futuras situaciones con el fuego.